ContraPunto | Blanca Azucena González
30 de abril de 2021, Piedras Negras.- Desde el pasado 2019 la llegada de migrantes que buscan el llamado “Sueño Americano” a Piedras Negras, frontera con Eagle Pass incrementó considerablemente, algunos de ellos solicitaron asilo político, otros arriesgan su vida y la de sus familias intentando cruzar de manera ilegal a través del Rio Bravo.
Sin embargo, debido a la pandemia que golpeo al mundo entero, en el mes de marzo del 2020 se cerró la frontera, dejando varados a 26 mil migrantes en todas las fronteras de México, 2 mil de ellos llegaron a Piedras Negras y solo 442 lograron su registro para tramitar el asilo polito en Estados Unidos, mismos que recibieron permiso temporal para su legal estancia en esta frontera, como Rosa Herlinda Reyes quien perdió todo luego del Huracán Lota que azoto a Honduras y Centroamérica.
“Tardamos tres meses en llegar a Ciudad Acuña, de ahí nos fuimos a San Isidro y cruzamos el río, fue horrible, sentía que a mi niña me la arrancaban de mis brazos, después caminamos y caminamos con mucho frío, hasta que mi hija mayor me dijo que ya no aguantaba el frío, encendí la linterna de mi teléfono y pedí ayuda a los carros, hasta que uno de migración se detuvo y nos llevó, después nos deportaron por aquí por Piedras Negras”, comentó Rosa.
Rosa, su esposo Denis Orlando Fernández y sus hijas Marisol de 5 meses, Valeri Paola de 3 años quien padece ceguera y Michelle de 11 años, tienen 15 días en esta localidad, y a falta de albergues tienen que dormir en una casa en construcción, donde solo los cubre una lona.
A pesar de la difícil experiencia que vivieron, Rosa asegura que lo volverían a intentar, ya que su principal objetivo es llegar a Estados Unidos para que su hija pueda ser mejor atendida por los médicos del vecino país.
Asimismo dijo que solicitaron un permiso temporal en las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM) por lo que su esposo Denis acaba de empezar a trabajar como albañil, además están recibiendo comida, ropa y zapatos que les otorga la Casa del Migrante “Frontera Digna”.
A pesar de que las fronteras han sido cerradas desde el pasado 2020, día con día llega un número considerable de migrantes que son engañados por los llamados “polleros” quienes les aseguran que estando en territorio americano y el llegar con la familia, las autoridades americanas les darán el asilo político.
Ante dichos engañados, varias personas han perdido la vida tratando de llegar a Estados Unidos por el Rio Bravo, tan solo en lo que va de este año 2021 se han rescatado alrededor de 49 cuerpos, entre ellos menores, además el Grupo Beta también ha rescatado a familias que se han quedado varadas a mitad de las aguas del Río, manifestó el coordinador de enlace con autoridades migratorias de EUA, Héctor Gerardo Menchaca González.
El funcionario señaló que la necesidad y la desesperación por darles a sus hijos una mejor calidad de vida, obliga a algunos a arriesgar sus vidas, sin embargo, hay quienes prefieren buscar otras formas y dedicarse a la venta de paletas, antes de arriesgar la vida de sus pequeños, como es el caso de Handy Mariela Zapata, de 33 años, quien tardo un año, tres meses para llegar a esta localidad y salió de Honduras por el mal gobierno y el huracán.

La mayoría de los migrantes que llegan a esta frontera sufre diferentes adversidades durante su recorrido, el cual perdura por meses, como el de Handy, su esposo y sus hijos de 13, 11, 9 y 5 años, que llegaron con la intención de llegar a Estados Unidos, el cruzar el río de manera ilegal no es una opción para ella.
“Hemos pasado muchas cosas, pasamos por montañas, fríos, hambre, hemos dormido en la calle, pero bien dicen que Dios no lo deja solo a uno, nos hemos encontrado a un ángel que nos recogió de la calle y nos llevó con él a su casa”, comentó.
Aunque todos los migrantes se enfrentan a situaciones difíciles luego de salir de su lugar de origen, algunos encuentran ángeles que los ayudan, ya que luego de dormir una semana en la banqueta del Mercado Zaragoza, Handy y su familia fueron rescatados por don Antonio, quien se los llevo a vivir con él hasta que puedan recibir asilo político.
Handy, su esposo y sus 4 hijos realizaron un viaje de un año y tres meses, haciendo escala en diferentes pueblos donde hacia trenzas y su familia vendía paletas para poder comer.

La situación que viven los migrantes su camino al llamado Sueño Americano es muy difícil, ya que carecen de un lugar para dormir y sobre todo de comida, por lo que buscan diferentes formas de poder ganar dinero, ya que también carecen de papeles para buscar un trabajo, como José y Carlos que ofrecen arte y cultura en la calle.
José y Carlos, quienes son originarios de Chiapas manejan diferentes tipos de botargas, como la de mago que por unas monedas le entrega una frase de buena fortuna.
Sin embargo el sueño de todos los migrantes es entrar a Estados Unidos para trabajar y poder ayudar a su familia a salir adelante, lo que obliga a algunos a arriesgar su vida en el intento, mientras que otros prefieren quedarse a vivir en México.
Hasta el momento, en Piedras Negras quedan 88 personas esperando entrar a los Estados Unidos buscando el asilo político, mientras que migrantes flotantes hay muchos, debido a que al mes el Instituto Nacional de Migración deporta a alrededor de 12 mil personas.
