ContraPunto
14 de octubre de 2019, Ginebra.- Las carreras hacia la seguridad alimentaria y la sostenibilidad del medio ambiente pueden beneficiarse si disminuyen la pérdida y el desperdicio de alimentos, pero para ello hace falta contar con datos precisos, establecer metas claras y crear políticas adecuadas para la realidad de cada región agrícola y cada país, señala la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en una nueva publicación
Según el informe sobre el Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2019 “Progresos en la lucha contra la pérdida y desperdicio de alimentos”, la disminución de la pérdida de alimentos ayuda a la sostenibilidad del medio ambiente, mientras que la reducción de los desperdicios beneficia la seguridad alimentaria.
El estudio elaborado por la FAO recuerda que los Objetivos de Desarrollo Sostenible plantean para 2030 la reducción a la mitad del desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores, y la reducción de las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha.
La FAO afirma que para que las estrategias que buscan la reducción de la pérdida y el desperdicio de comida sean eficaces deben basarse en una comprensión clara y multidimensional del problema.
El informe reconoce que disminuir la pérdida y el desperdicio de alimentos requiere inversiones de dinero o tiempo que algunos actores de la cadena de suministro podrían considerar superiores a los beneficios.
Según la FAO, menos alimentos perdidos o desperdiciados significarían mayor seguridad alimentaria.
Máximo Torero, economista jefe y asistente del director general del Departamento de Desarrollo Económico de la FAO, explicó que en este momento el mundo cuenta con los alimentos suficientes para satisfacer la demanda, pero la población crecerá, por lo que cualquier reducción de las pérdidas y desperdicios significará más alimentos disponibles en el mercado mundial. Esto no garantiza que toda la gente vaya a tener acceso a esa comida ni que se vaya a acabar el hambre.
Torero destacó que no se puede forzar a los productores con recursos limitados a hacer inversiones si éstas no les van a beneficiar, lo que implica analizar cómo se pueden lograr esas reducciones.
La relación entre la baja de las pérdidas y los desperdicios de alimentos con el medio ambiente se explica con la reducción de emisiones de carbono y el mejor uno de los recursos naturales.
Si se reducen las pérdidas quiere decir que hay un mejor uso de la tierra y el agua, porque se estaría consumiendo menos agua y explotando menos tierra.
Y al hacer la producción más eficiente, se necesita producir menos y se reducen las emisiones de los productos agrícolas.
En la actualidad, las pérdidas de alimentos a nivel mundial se estiman en 13,8%, lo que equivale a unos 400 millones de dólares. (ONU NOTICIAS)
Con información de El Heraldo.