ContraPunto | Agencias
04 de agosto de 2020, Bolivia. – Debido al aumento de decesos por Covid-19 en Bolivia, un grupo de empresarios minutos fabricaron unos hornos crematorios móviles, mismos que pueden ser trasladados a la ciudad que más los necesite.
“Pensar que en ocasiones ha habido 30 muertos, 50 muertos apilados o que los cadáveres amanecen botados en las calles. Es porque las familias no tienen los recursos o no están encontrando dónde llevarlos a enterrar o a cremar y acaban en las calles para no contaminarse”, dijo a The Associated Press el ingeniero Carlos Ayo, miembro de la empresa.
Según el Ministerio de Salud, en la última semana de julio hubo más de 80 decesos diarios llegando a un acumulado de 3,153.
Carlos Ayo contó que la iniciativa surgió en marzo cuando la pandemia se expandía y comenzaron a verse cuerpos en las calles en otros países.
El nuevo coronavirus ha golpeado al precario sistema de salud y los servicios fúnebres de Bolivia, uno de los países más pobres de Sudamérica. Sólo sus ciudades principales tienen hornos crematorios.
Una de las más castigadas ha sido Cochabamba, en el centro del país, donde los ataúdes permanecían en los domicilios a veces por más de seis días y los fallecidos se acumulaban en las calles ante el colapso de los servicios fúnebres, ya que el principal cementerio sólo tiene un obsoleto horno crematorio.
Ante la emergencia, el Ministerio de Salud activó un protocolo que establece que los cuerpos de los fallecidos por coronavirus pueden ser enterrados en tierra, nichos o fosas comunes y que la cremación es necesaria en los municipios que tengan ese servicio.
Bolivia registraba este lunes 80,153 casos de Covid-19 y 3,153 decesos.
Martín Fabri, director de Empresas de la Alcaldía de La Paz, explicó que sólo en julio el principal cementerio de la ciudad realizó 2,000 servicios funerarios -incluidas cremaciones-, mientras que antes de la pandemia no superaban los 500.
Según Fabri el horno crematorio móvil es una buena opción, siempre que cumpla los parámetros ambientales.
El horno tiene un costo de 45,000 dólares y crema entre 12 y 15 cuerpos usando un balón de gas por cada uno. El proceso cuesta una cuarta parte de lo que ofrecen los servicios fúnebres públicos y privados, explicó Ayo.
“Nosotros fabricamos los hornos, en un día hemos recibido 200 llamadas buscando cremaciones, esa es la necesidad”, dijo Ayo, ya que en varios lugares se interpretó que ellos también realizaban la cremación.