ContraPunto
11 de abril de 2019, Nueva Zelanda.- La primera ministra, Jacinda Ardern, se emocionó en su intervención durante la lectura final del texto acerca de las lesiones traumáticas que sufrieron las víctimas del ataque del 15 de marzo, a las que visitó en un hospital de Christchurch.
“Me cuesta trabajo recordar heridas de una sola bala”, dijo Ardern. “En todos los casos se habló de lesiones múltiples, lesiones múltiples debilitantes que les imposibilitaban recuperarse en días, mucho menos en semanas. Tendrán discapacidades de por vida, y eso sin tomar en cuenta el impacto psicológico. Estamos aquí por ellos”.
Se permitirán algunas excepciones para reliquias de coleccionista o para profesionales del control de plagas
El Parlamento de Nueva Zelanda aprobó el miércoles amplias leyes de armas que prohíben las de estilo militar, menos de un mes después de las balaceras en dos mezquitas en Christchurch en las que murieron 50 personas y docenas más quedaron heridas.
Un proyecto de ley que prohíbe la mayoría de las armas automáticas y semiautomáticas, así como los componentes que modifican las existentes, salió adelante por 119 votos a favor y uno en contra en la Cámara de Representantes tras un proceso acelerado de debate y de recepción de opiniones de la población.
“No podía entender cómo armas que podían causar esta destrucción y muerte a gran escala podían ser obtenidas de forma legal en este país”, agregó.
El australiano Brenton Harrison Tarrant, de 28 años, fue acusado de 50 cargos de asesinato y 39 de intento de asesinato. La comisión real establecida para investigar las cuestiones que rodearon a la masacre está examinando cómo consiguió una licencia de armas en Nueva Zelanda y compró armas y municiones.
Ardern, que fue reconocida internacionalmente por su compasión y liderazgo desde los tiroteos, consiguió un inusual apoyo bipartidista para una ley que ilegaliza la posesión de un rifle semiautomático de estilo militar. El voto en contra fue emitido por el único diputado del libertario Partido ACT en la cámara.
La norma incluye un plan de recompra por el que los propietarios de las armas ilegalizadas pueden entregarlas a la policía a cambio de una compensación en función de su antigüedad y estado.
Quien siga manteniéndolas una vez que la ley se apruebe formalmente el viernes se enfrenta a una sanción de hasta cinco años en prisión. Se permitirán algunas excepciones para reliquias de coleccionista o para profesionales del control de plagas.
“Básicamente, estamos aquí porque 50 personas murieron y no tienen voz”, apuntó. “Nosotros en esta cámara somos su voz. Hoy podemos usar esa voz sabiamente”.
“Estamos aquí apenas 26 días después de los ataques terroristas más devastadores que causaron los días más oscuros en la historia de Nueva Zelanda”, agregó. “Estamos aquí como un parlamento casi unánime. Ha habido muy pocas ocasiones en las que haya visto al Parlamento unirse de esta forma y no puedo imaginar circunstancias en las que sea más necesario de lo que es ahora”.